Mi viaje a Santander

Estoy pasando unos días en Santander, una capital muy preciosa y sobre todo porque tengo las 3 cositas más bonitas que puede tener una abuela, tres  lindos, hermosos, y  adorables nietos, qué más puedo decir  es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. ! Ser abuela !

No sé si os podré colgar alguna foto  de Santander  pero lo que si haré es colgaros una colcha  de patchwork que le hice a  mi nieta antes de nacer.

La empecé  con toda la ilusión del mundo cuando nos dijeron que era una niña pues los dos   mayores son niños.

Toda la colcha  iba muy bien, la aplicación de la mariquita y la aplicación del gusanito eran  de mi agrado  pero tuve una pequeña  equivocación  cuando calqué los dibujos  con  papel  de calco normal  a la tela.

Acabé la colcha y estaba muy contenta con el resultado  y  en pensar que a mi hija le gustaría mucho, pues se la quería regalar para Navidad.  Como se  notaba alguna línea del calco la lavé y no se  fueron las marcas, pensé  que en la tintorería  se las quitarían pero tal fue mi suerte  que me la acabaron de estropear más. Me quedo toda la colcha descolorida  sobre todo la tela de color amarillo ya os podéis imaginar el disgusto que me llevé después de tanto trabajo y  lo  ilusionada que estaba  con la colchita. Fue un desastre para mí.

Y ahora como estoy en casa de mi hija os la puedo colgar para que opinéis.

De este desastre he aprendido  mucho, ahora sé que hay calcos  especiales para la tela y rotuladores.  Me prometí  que no me volvería a pasar nunca más. También que las telas de colores fuertes antes de usar se tienen que lavar con un puñado de sal, dicen que fijan el color.

Aquí tenéis mi mariquita.

En esta imagen la colchita. 

Aquí el gusano.

Más de cerca.

Aquí tenéis los dos  juntitos.

Y aquí  la mariquita más de cerca, ¿A que es  simpática ?